Los tres médicos

Capítulo III EL DESTINO

LOS TRES MÉDICOS

      «Yang Chu tenía un amigo llamado Chi Lian, que cayó enfermo.

      En siete días su enfermedad se agravó.  Se avisaron médicos y sus hijos le rodearon llorando.

      Chi Lian dijo a Yang chu:

      El exceso de sentimiento en mis hijos demuestra su degeneración. ¿Por qué no cantas algo para animarlos?

      Yang chu entonces cantó lo siguiente:

      -¿Cómo han de poseer los hombres el conocimiento que Dios no posee?  El hombre no tiene dominio sobre su destino y no puede esperar ayuda de Dios.  Tú y yo sabemos esto.

      Sus hijos no le entendían y llamaron a tres médicos: Chiao, Yu y Lu.

      Los tres diagnosticaron: el primero, Chiao, diciendo:

      -Los elementos fríos y calientes de tu cuerpo no estan equilibrados.  El origen de tu enfermedad no es de éstas que nacen en veintidós horas y a la disipación de tu fuerza vital por ansiedades y cuidados.  No culpes ni a Dios no al diablo.  Aunque la enfermedad es grave, no es desesperada.

      Chi Liang dijo entonces:

      -Tú eres un médico como los del montón.

      Y le hizo despachar.

      Entonces el segundo médico, Yu, dijo:

      -Tú has nacido con poca energía nerviosa y tu madre te crió con prodigalidad.  Tu enfermedad no es de éstas que nacen en veinticuatro horas.  Sus causas han ido acumulándose gradualmente.  Es incurable.

      Chi liang respondió:

      Eres un buen médico.

      Y ordenó que le sirvieran de comer lo que quisera.

      Finalemente, el médico Lu dijo:

      -Tu enfermedad no se puede atribuir ni a Dios ni a los hombres.  Al nacer ya etaba escrito que habías de sufrir.  ¿Qué bien pueden hacerte hierbas y drogas?

      -Eres un médico divino -dijo el paciente.

      No mucho después, la enfermedad había desaparecido por sí sola».