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Canto de Sirenas y «Fake News»

El mito de Ulises, las Sirenas y las "fake news"

Canto de Sirenas y «Fake News»

CANTOS DE SIRENAS EN LOS NUEVOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN: AFRONTANDO LAS FAKE NEWS

      En el libro XII de la Odisea, la diosa Circe aconseja a Ulises cómo navegar hasta llegar a Ítaca, con quién debe contactar y a quienes evitar a toda costa, por ejemplo las sirenas:

“Encontraréis primero a las Sirenas,
Encantadoras pérfidas del hombre
Que se aproxima a ellas. Quien atiende

Canto de Sirenas y "Fake News"

Canto de Sirenas y «Fake News»

Imprudente su voz y se aproxima
Á ellas, nunca jamás su bella esposa
Y caros pequeñuelos, á la puerta
De la casa verá regocijados
Esperando su vuelta. Pues encantan
Con su voz deliciosa, en verde prado
Sentadas, rodeadas de osamentas
Humanas, y de cueros que se pudren
En horrible montón. Pasa de largo,
Y cierra los oídos á tu gente
Con blanda cera, porque no las oigan:
Óyelas tú, si quieres; mas procura
Ir atado en el rápido navío
De pie, con gruesas cuerdas, á la base
Del mástil para oír a las Sirenas.
Si pides a tus caros compañeros
Ó les mandas soltarte, que te pongan
Cuerdas más resistentes todavía”

Una vez que ya están navegando, Ulises habló así a sus “queridos compañeros”:

 << Amigos, no conviene que sepamos
Uno tan sólo ó dos los vaticinios
Revelados por Circe; así es que ahora
Os los voy á decir, y conocida

Canto de Sirenas y "Fake News"

Canto de Sirenas y «Fake News»

 Por todos la verdad, ó moriremos
O escaparemos á la triste muerte.

Nos ordena el oráculo divino.
Evita lo primero de las pérfidas
Sirenas las praderas y los cánticos:
Yo sólo debo oírlas; pero atadme
Firmemente con lazos resistentes
Á la base del mástil, y si os pido
Y os ordeno soltarme, con más cuerdas
Deberéis sujetarme todavía. >>(…)

 

                                          

Canto de Sirenas y "Fake News"

Canto de Sirenas y «Fake News»

Una bola de cera con mi acero        
Corté a seguida en diminutos trozos;
Amaséla en mis manos vigorosas,
Y ablandóse al instante, con la fuerza
Con que yo la apretaba y con los rayos
Del Sol, de Hiperión hijo. Uno a uno
Tapé a mis compañeros los oídos,
Y ellos, manos y pies al mismo tiempo,
Dejándome derecho, contra el mástil
Con resistentes cuerdas me amarraron,
Y volviendo á sus bancos azotaban
El mar, blanco de espuma, con los remos.
Y cuando navegando raudamente,
Á la distancia á que la voz alcanza
Llegamos, no escapó nuestro navío
Á sus miradas, y al instante alzaron
Las Sirenas su canto delicioso:

<< ¡Ven, acércate acá, famoso Ulises,

Canto de Sirenas y "Fake News"

Canto de Sirenas y «Fake News»

  Gran gloria de los Griegos! Tu galera
Detén para que escuches nuestras voces.
Nadie ha pasado en rápido navío
Delante de esta isla, sin que oyese
Nuestro canto melifluo volviéndose
Deleitado y sabido de mil cosas,
Porque sabemos todas las fatigas
Que Griegos y Troyanos resistieron
En Troya por decreto de los dioses,
Y cuanto ocurre en la espaciosa tierra. >>
Esto decían con hermoso canto;
Y yo ansiando escucharlas, ordenaba,
Enarenando las cejas, á mis hombres
Que me soltasen; mas remaron ellos
Sobre el banco encorvados; y al instante
Perimedes y Euríloco con nuevas
Cuerdas me ataron al robusto palo.
Y cuando ya pasamos y no oíamos
La voz de las Sirenas, ni sus dulces
Cantos, mis compañeros al instante
Se quitaron la cera del oído,
Y a mí me desataron de los lazos.“

 

Cuando la pandemia de coronavirus dejó de ser algo que ocurría lejos de nosotros para acercarse peligrosamente a nuestras tierras, antes de sumergirnos en un inédito confinamiento, comencé a buscar información acerca de esta nueva enfermedad y de su gestión en los diferentes países en los que iba apareciendo. La necesidad de orientarme en una realidad nueva, amenazadora y carente de señales que nos indicaran por dónde teníamos que ir, me condujo a la lectura diaria de varios periódicos, escuchar diversos programas de radio y ver informativos en TV, convencida de que todo ello me permitiría alcanzar mi objetivo de entender lo que estaba ocurriendo. Sin embargo no fue así… al contrario, los múltiples análisis de diferentes especialistas, la repetición en bucle de las mismas noticias, y los bulos o «fake news» con apariencia de verdad que llenaban mi WhatsApp me alejaban cada vez más de esa claridad que yo iba buscando. Fue entonces cuando recordé el pasaje de la Odisea en el que Ulises debe sortear el peligro de la isla de las Sirenas y sus hipnóticos cantos, y me pregunté si no me encontraría ante una manifestación actualizada de ese relato mítico, pues sabemos cómo los mitos se presentan de una forma diferente en cada época aunque su núcleo de significado sea el mismo siempre, y también sabemos que describen situaciones típicamente humanas junto con la solución dada a las mismas.

La sociedad de la imagen y el espectáculo en la que vivimos, junto con el vertiginoso desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación y los atractivos diseños de sus dispositivos, se aparecieron ante mis ojos como las Sirenas que con sus hipnóticos cantos nos van desviando de nuestro camino, haciéndonos creer que cuanta más atención les prestemos más informados estaremos. Cada usuario de móvil o similar pasa diariamente una media de dos horas inmerso en las redes sociales y un alto porcentaje acude a ellas para informarse en lugar de hacerlo en periódicos, radio o televisión. Ante el aluvión constante de noticias se produce en el individuo una falsa sensación de que todo está ocurriendo en el momento presente, y le genera miedo a perderse algo, (en inglés FOMO: fear of missing out), lo que le hace estar continuamente pegado a una pantalla viendo pasar una y otra vez las mismas imágenes, oyendo las mismas noticias, y leyendo los mismos mensajes simples y vacíos. Gregory Bateson, antropólogo y teórico de la comunicación, afirmaba que la información está en la diferencia: cuando todo es igual no hay información, y esto es lo que a mi modo de ver ocurre en la mayoría de los que llamamos medios de comunicación. Ahora bien, si creemos que estamos informados sin estarlo, entonces estamos viviendo una ficción, nos hallamos fuera de la realidad, atrapados en la Isla de las Sirenas, muertos, metafóricamente hablando, o, lo que es lo mismo, psíquicamente muertos.

Pero ¿qué es la muerte psíquica? Para mí vendría representada por la pérdida de criterio propio para analizar la realidad y distinguirla de la fantasía; la incapacidad para la reflexión; la desaparición del impulso vital y de la genuina curiosidad por la vida que nos lleva a indagar e investigar todo lo que en ella acontece; la anulación de la personalidad. Y la muerte psíquica provoca malestar. El que yo sentí se presentaba en forma de confusión, desorientación, angustia, advirtiéndome del peligro como si fuese la misma diosa Circe quien me hablara. Tomé, entonces, la decisión de no escuchar las noticias en radio más que dos veces al día para estar informada de la evolución de la epidemia, no leer más que un periódico de mi confianza, suprimir por completo la TV y no abrir ningún enlace recibido por WhatsApp: estas cuatro medidas se comportaban como las cuerdas que a Ulises amarraban al mástil, y cada vez que sentía la tentación de “informarme” más, unos misteriosos Perimedes y Euríloco me ataban con fuerza redoblada para evitar que sucumbiera a ella.

Una sociedad de “muertos psíquicos” es una sociedad de “muertos vivientes”. Los medios de comunicación son solo un ejemplo de la manifestación en la actualidad del mito de Ulises y las Sirenas. Sería bueno que nos preguntáramos cuántas islas con sirenas tenemos a nuestro alrededor, cuántos cantos nos regalan los oídos alejándonos de nosotros mismos y de nuestros propósitos en la vida.
Fuentes:

  •  BIBLIOTECA CLÁSICA TOMO XCV. Homero. La odisea. Traducida directamente del griego en verso castellano por D FEDERICO BARÁIBAR Y ZUMÁRRAGA. Tomo I. Madrid. Luis Navarro, Editor. Isabel la Católica, 25. 1886.
    Establecimiento tipográfico << Sucesores de Rivadeneyra>> Paseo de San Vicente, 20.
    Notas al libro duodécimo: en las páginas 362-363.
  • tintaLibre, Abril 2020, Nº 79, Economía de la Atención, Saila Marcos

Colaboraciones:
Texto: Carmen Alonso Echanove
Supervisión, corrección y sugerencias: Rafael González Fernández
Pinturas: María Alonso Echanove
Edición fotos y collage: Paloma Alonso Echanove
Fotos collage: https://www.pixabay.es descargas gratuitas
Fotos vasijas griegas: descargadas de internet

Más información relacionada en los siguientes enlaces internos:

https://centroenki.com/ritos-en-los-tiempos-del-covid19/
https://centroenki.com/el-rito-de-la-despedida-en-el-aislamiento-por-coronavirus/

 

 

 

 

 

 



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